El arte de ELIMINAR, automatizar y al final delegar. Siguiendo el orden correcto.
Todos los que nos encontramos en el mundo empresarial y profesional estamos en la búsqueda constante de eficiencia. Pero, ¿qué significa realmente ser eficiente? La respuesta puede residir no en hacer más, sino en hacer MENOS, y hacerlo bien. La estrategia de "Eliminar, Automatizar, Delegar" ofrece una perspectiva refrescante sobre cómo abordar los procesos empresariales; incluso los personales.
La eficiencia no se trata de abarcar más, sino de enfocarse en lo esencial. Esta tesis nos invita a reflexionar: antes de agregar más a tu plato, ¿qué le puedes quitar? La eliminación de lo innecesario simplifica los procesos, la automatización los hace más eficientes, y solo entonces delegar se convierte en algo eficiente. Existe siempre la gran tentación de delegar sin habernos detenido a pensar si la tarea que estamos transfiriendo pudo haber tenido otro tratamiento.
Ustedes, como arquitectos de negocios, están continuamente moldeando y remodelando sus empresas. En este proceso, el desafío es discernir entre lo que es crucial y lo que es superfluo. Aquí es donde este enfoque tridimensional de gestión cobra importancia.
Esta edición busca animarte a pensar de manera crítica sobre tus operaciones. No se trata solo de seguir un protocolo, sino de comprender por qué ciertos pasos deben preceder a otros. En el orden reside la clave para una eficiencia óptima.
Consideremos el caso clásico del gigante automotriz Toyota y su famoso Sistema de Producción Toyota (TPS). Toyota no comenzó con la automatización; primero, identificaron y eliminaron procesos innecesarios y redundantes. Luego, integraron la automatización para mejorar la eficiencia de los procesos restantes. Finalmente, delegaron tareas que requerían un toque humano y una toma de decisiones inteligente. Este enfoque holístico no solo maximizó su eficiencia, sino que también fomentó una cultura de mejora continua y empoderamiento de los empleados.
Fuente: [The Toyota Way, Jeffrey K. Liker]
La invitación está en redefinir lo que significa ser eficiente. ¿Estamos añadiendo valor o simplemente añadiendo tareas? Al adoptar la filosofía de "Eliminar, Automatizar, Delegar", se abre un camino hacia la verdadera eficiencia, una que favorece la calidad sobre la cantidad, la reflexión sobre la reacción y, en última instancia, la sostenibilidad sobre la velocidad.
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